miércoles, 27 de enero de 2010

De días raros que no lo son

Hoy mi día lo sentí extraño, no ocurrió nada fuera de lo común, pero lo sentí extraño y por lo tanto se los contaré.

Dormí como 6 horas, a pesar de lo mucho que me gusta hacerlo, últimamente me he desvelado pero ese asunto está bajo control. Luego me levantaron e hice un par de cosas en mi casa, como barrer y eso, recordé que ayer debía haberme inscrito en inglés pero lo olvidé así que fui al banco a pagar para que en la tarde fuera más sencillo ir a inscribirme.

Cuando llegué al banco me atendió el mismo cajero de siempre, no tengo idea porque siempre que voy me toca en la ventanilla que atiende él, el asunto es que hoy mientras leía la boleta donde está mi nombre se reía. No sé si mi nombre le parecía gracioso o estaba recordando un chiste, no me atreví a preguntarle. Salí de allí, fui a almorzar a mi casa y me preparé para irme a la U, porque tenía que llegar temprano ya que la fila de inscripciones es muy larga.

Recordé que no he validado mi carné y sin eso no puedo inscribirme (no revalido mi carné porque no lo uso debido a la espantosa fotografía que hay en él, prefiero molestar a la gente para que me saque los libros de la biblioteca a tener que mostrar esa foto), así que como me acabé la tinta de la impresora en cosas sin sentido tuve que ir a un ciber a imprimir mi constancia de inscripción. Cuando salí de allí pasé junto dos individuos y uno de ellos me dice "adiós muñeca, tantas curvas y yo sin frenos", aparentemente no tiene creatividad, su comentario no me provocó sensación alguna, acto seguido un señor, muy señor... por no decir viejo, me bocina desde su carro por supuesto. La verdad me deprimió que los intentos de subir mi autoestima viniesen de personas nada agraciadas. Yo quería que un tipo alto, colochito, ejem... mejor ahí que quede.

Justamente como lo pensé, la fila de la inscripción era larguísima. Me paré al final de la fila a esperar pero a medida que avanzaba notaba que pronto tendría que pararme donde no había sombra para protegerme del sol. Cuando llegó ese momento saqué mi sombrilla rosa (si, mi sombrilla también es rosa, son cosas que no puedo evitar) y la extendí para que el sol no siguiera arruinando mi piel. A la gente no le pareció adecuada mi actitud, me veían con cara de pocos amigos, gente envidiosa, seguro estan enojados porque ellos no tienen una sombrilla rosa.

Una hora después llegué a la ventanilla ya con todos mis papeles listos para que los revisaran y me inscribieran lo más pronto posible. Cuando el muchacho que estaba atendiendo se me queda viendo con una cara de "qué te pasa" y me entrega mi dibujo, junto con los papeles le dí uno de mis dibujos. Me dijo que le gustaba como dibujo, no le creí. El próximo martes inicio el curso, a ver si continúa el gustito.

El resto de la tarde transcurrió sin pena ni gloria, platiqué con compañeros, mi profe de Física me regañó, comí una galleta de chocolate, un compañero me dijo que estaría feliz si lo acosara, le respondí que se vale soñar (no lo bajé de sube, no soy quien para hacerlo u.u) y demás cosas que uno hace en días normales.

No parece ser un día raro, pero siento que si lo fue. Ya terminó y dado que hoy no tengo distracciones, buenas distracciones, me iré a dormir porque creo que lo necesito.

*Pronto me pongo al día con sus blogs, estoy entretenida con el blog del Ninja Peruano.

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