domingo, 8 de noviembre de 2009

Hablando de recuerdos

El viernes iba muy contenta (tal vez no) a la U, esperé que pasara la camioneta, no tardó mucho. Subí, cuando busqué con la mirada un lugar desponible para sentarme... veo un rostro conocido, muy conocido, pero que no veía hace 8 años.

Recordé mi etapa en la primaria, nada agradable debo decir, aunque él la hizo mucho más pasable. Durante 3 años fuimos muy buenos compañeros. Ya que la amistad con las mujeres no se me da muy bien, bueno, creo que con los hombres tampoco.

En esas "fiestas" que hacen en las escuelas, esas donde hay comida, casamientos (que clase de castigo tan cruel), disco (entiéndase un radio a todo volumen) y muchas tonterías más. Pues en una de esas me convenció de que nos "casaramos", menos mal ya no soy tan fácil de persuadir. Y hasta la fecha seguimos casados.

Una vez cuando teníamos como 8 años salimos temprano de la escuela (ya saben, tan responsables los profesores) porque eran exámenes, como estudiabamos en la tarde no nos esperaban en casa hasta las 6 p.m . y eran las 3 p.m. Entonces nos fuimos a los campos de futbol a mojarnos, porque estaba lloviendo (obviamente), corrimos y jugamos. Terminamos empapados y enlodados, claro que iban los demás de la clase, pero eran como un cero a la izquierda.

Luego cuando llegué a mi casa dije que me caí y por eso estaba sucia. Nunca esperaron que yo fuera de ese tipo de niñas, así que no tengo porque pincharles su nube, que sigan creyendo que soy buena niña.

Recuerdo que cuando estaba en 6to primaria no fui a estudiar los últimos dos meses de clases, porque simplemente no tenía ganas. Mi mamá habló con la maestra y como yo "era muy inteligente" pues me quedé en mi casita. Ahora que lo pienso la maestra debió estar muy feliz por ello, yo no era su alumna favorita.

Y en esos dos meses recibía una llamada diaria de él para preguntarme como estaba. Hubiese sido buen novio, pero yo no lo merecía.

Esos y muchos recuerdos más vinieron a mi mente pero simplemente nos miramos de reojo, porque luego de 8 años no sabía que decirle y tampoco a él le vi muchas ganas de hablarme.

La cosa es que todo el camino a la U la pasamos raros. Es una persona que aprecio aún, extrañamente no cambió ni un poquito, el mismo peinado, la misma cara de atarantado, el mismo cuerpo delgado, simplemente está más alto.

Luego nos bajamos de la camioneta y cada quien por su lado.

Quizás lo vea de nuevo dentro de otros 8 años, creo que sería agradable.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

...tu teleserie no es menos interesante. Al menos tiene muchas más historias paralelas que la mía...

Sam dijo...

Demasiadas historias paralelas, para mi gusto .__.

Peyote dijo...

jajajaja, la misma cara de atarantado.
Así pasa cuando sucede, yo me he encontrado frente a frente con mis mejores amigos de infancia (Giovanna y Mauricio) y cuando los he visto no nos hemos dicho ni madres. Pero nos vamos con una sonrisa, sabiendo que seguimos vivos.

Lamia dijo...

Eso del casamiento si era cruel -
Recuerdo que en una de esas fiestas me intentaron casar con 10 pues la gente pagaba para casarlos conmigo y me hicieron correr como loca -
me salve de muchos y al final solo me casaron con 4 -
pero quede traumada y deje de ir a eses fiestas

Saludos!